abriendo perspectivas hacia un futuro próspero. Lejos de conformarse con la producción de cuévanos y cestos, la comunidad expandió sus horizontes, dando lugar a la creación de sillas, mesas y otras piezas antes inimaginables en la localidad durante los años 50. Villoruela se convirtió en pionera cuando en los años 70 y 80 se convirtió en un referente no solo a nivel nacional, sino también internacional, en la artesanía del mimbre. La creatividad inundó el pueblo en la elaboración y diseño de muebles que desafiaban lo nunca hecho, dando vida a piezas únicas que definirían el estilo propio de la artesanía de Villoruela.

Las terrazas de las localidades costeras españolas se vestían del estilo de Villoruela, mientras países como Francia, Alemania, o Reino Unido demandaban los productos de este pequeño pueblo salmantino. Era la época dorada, donde el desempleo era desconocido y las familias se sumaban al trabajo en cadena, aprendiendo un oficio laborioso pero que dejó una marca indeleble en la villa.

A finales de los años 80 y principios de los 90, sin embargo, la llegada de países del este y del mercado asiático con manufacturas más económicas marcó un cambio significativo. A pesar de la notable diferencia en calidad, la competencia barata ahogó la economía local.

Con la llegada de internet, nos atrevimos a dar el paso hacia lo desconocido, llevando el mimbre a espacios desconocidos y acercándonos al mundo online. Nos enorgullece haber llevado el mimbre fuera de nuestro pequeño pueblo y acercarlo a cada una de vuestras casa, llevando nuestra artesanía cada vez más lejos.